Esta es la primera y única vez en nuestra vida que tenemos capacidad realmente legítima para convertir $1,000 en un millón de dólares…”
Forbes | Marzo, 2018.
Bitcoin y descentralización
Bitcoin es una moneda que, al igual que el dólar, sirve para comprar cosas, pero posee unas características especiales. Es digital, ya que sólo existe en el mundo virtual, y descentralizada, porque a diferencia de los billetes tradicionales, esta moneda no depende ni de los gobiernos ni de los bancos. Funciona sin necesidad de un administrador, y eso tiene unas repercusiones muy interesantes.
Reflexionar sobre la función del dinero, puede ser la base para entender los mecanismos que han llevado al bitcoin a ser una alternativa al sistema económico implantado en las sociedades actuales.
El dinero es una tecnología diseñada para llevar las cuentas de los favores que nos debemos entre nosotros, sobre todo entre extraños. Si haces algo por los demás, es razonable esperar que los demás hagan algo por ti. Es el dinero el que nos ayuda a cuantificar ese algo. El billete es un papel que certifica que la sociedad te debe favores. Este sistema es vulnerable a la falsificación, y se le confía al Estado la capacidad de producir un papel especial que no se pueda falsificar. En los casos en los que el papel no cambia de manos, como en las transacciones electrónicas, la responsabilidad de actualizar las cuentas, recae en los bancos. En resumen, una autoridad central emite las monedas, y controla el suministro.
Bitcoin es una tecnología que se propone hacer lo mismo pero con la diferencia de que no le confía a nadie el poder de alterar esa información, nadie con el poder de imprimir dinero y nadie que actualice las cuentas en nombre de los demás.
Depender de los gobiernos y los bancos genera un costo para la sociedad, que es lo que se pretende eliminar. Los objetivos principales en los que se sustenta la idea del bitcoin son la reducción del coste de las transacciones económicas, y solventar de la inflación generada por los gobiernos al imprimir dinero de manera descontrolada. De esta manera, se evitarían situaciones como la que sufrieron los ciudadanos de Chipre cuando el Estado quebró, y vieron cómo sus ahorros se desvanecían en los bancos, sin poder recuperar sus inversiones.
El esquema del bitcoin es descentralizado, la comunidad está conectada directamente y no hay ninguna autoridad que vigile, todo el mundo lleva las cuentas de todo el mundo. El valor de la moneda está en que la gente confía en el sistema. Las transacciones se llevan a cabo de manera anónima y protegida a través de la criptografía, o sea, por un reguero de algoritmos y funciones matemáticas que impiden cualquier intento de alterar la información. Su creador, bajo el seudónimo de Satoshi Nakamoto, ha permanecido siempre en el anonimato, demostrando así la capacidad del sistema de proteger la identidad de los usuarios.
El concepto de blockchain, en el que se basa el sistema encriptado del bitcoin, se refiere a la estrategia de empaquetar varias transacciones en un mismo bloque, que los sofisticados ordenadores de los usuarios se encargan de descifrar. Esta actividad se conoce como “minería” y se trata de una rifa en la que aquellos usuarios que están proponiendo un orden usan todo el poder de procesamiento de su ordenador para descifrar una contraseña. El que descifra la clave a base de intentos aleatorios, gana el derecho de definir el siguiente bloque oficial, y todos los demás deben anotar ese bloque en su libro de cuentas.Bitcoin. Está diseñado para que alguien encuentre la clave cada diez minutos, o sea, que cada diez minutos hay un nuevo bloque oficial.
No todos los usuarios se encargan de validar las transacciones ajenas. Los equipos informáticos necesarios para poder descifrar claves criptográficas son muy potenetes, y costosos a nivel económico. La recompensa por validarlas es de 12.5 bitcoins por bloque descifrado. Esta es la última pieza del rompecabezas, pues es la manera como entran nuevas monedas a la economía de bitcoin. Nadie toma la decisión de imprimir más dinero. Desde el inicio se definió con cuánto dinero se comenzaba, cuánto dinero nuevo se crea, y quién recibe ese dinero. El sistema está preparado para que se dejen de generar bitcoins cuando se llegue a la cifra de 21 millones. Esta limitación convierte a la criptomoneda en un bien escaso, catalogándola así como una especie de “oro digital”.
Nuevo paradigma
La humanidad ahora tiene una tecnología que es capaz de transferir valor de manera digital sin la ayuda de un intermediario. Los usuarios son anónimos, y las transacciones se pueden realizar desde cualquier lugar del mundo, esto facilita las actividades legales, pero también las ilegales.
Es por este motivo que el bitcoin ha tenido una imagen negativa por relacionalo de manera simplista, con la delincuencia. Es un sistema que facilita la actividad delictiva, por su capacidad de anonimato y agilidad, pero equiparar bitcoin con delincuencia, es simplificar mucho. Las autoridades han reprochado a las compañías operadoras de transacciones que no haya ningún mecanismo para garantizar que el sistema no sea utilizado de manera delictiva, pero estos han optado por defender el derecho al anonimato de los usuarios, independientemente del uso que éstos le den.
Los usos del bitcoin son muchos y muy diversos, así como las sociedades en las que se ha instaurado. El precio del bitcoin ha estado siempre relacionado con la inestabilidad, porque al depender de la confianza de los usuarios, las subidas y bajadas no suelen tener una base lógica. En la actualidad, el valor del bitcoin és de 6.501,23 euros. Es una cantidad exorbitante en relación con sus inicios, y curiosamente sigue subiendo.
Cada vez más empresas se suman a la posibilidad de aceptar bitcoins en sus transacciones, y esto genera una confianza y una solidez mayores en el sistema. También genera desconfianza, porque el hecho de que en cualquier momento el precio pueda caer, llevaría a la bancarrota a muchas empresas inversoras. El bitcoin depende en todas sus vertientes de la confianza, tanto de inversores como de usuarios. Cuanta más confianza exista en el sistema, más sólido y fiable será.
De esta manera, el bitcoin cambia el modo en que funciona el dinero, ya que lo desvincula de del Estado, y otorga libertad a los usuarios para realizar transacciones sin intermediarios. El gobierno pierde el control sobre su producción y distribución, y también la capacidad de intervenir cuentas e investigar el origen de las transacciones.
Reinventando estructuras
Los sistemas alternativos a las dinámicas establecidas en las diversas sociedades son imprevisibles, pero también altamente emergentes. En todo el planeta surgen iniciativas que buscan desvincularse del capitalismo, y capacitar a los individuos para decidir y gestionar sus bienes de manera autónoma y sin intermediarios.
Las grandes industrias y corporaciones que se han hecho con el control de todos los mercados, abarcan cada vez más tanto la producción como la distribución, relegando a los individuos a meros consumidores sin capacidad de decisión. Además, el coste de las transacciones, intermediaciones e impuestos de los que se benefician básicamente los gobiernos y las empresas, encarecen los productos hasta el punto de dejar en total desventaja a los ciudadanos que cuentan con unos ingresos limitados.
Las iniciativas que surgen para intentar evitar a los grandes gigantes de la economía, aquellas que miran por el individuo y su autogestión, son perseguidas por las autoridades. La presunta actividad ilegal, que de manera incuestionable también se lleva a cabo en el sistema económico tradicional, sirve como justificación para criminalizar aquellos sistemas económicos que van en contra de la economía tradicional.
En el caso del bitcoin, la imposibilidad de control de los usuarios y flujos económicos, genera en los gobiernos un malestar evidente, que se encargan de debatir en los medios de comunicación para fomentar un mensaje negativo entorno a la viabilidad de la criptomoneda. En los últimos años, los gobiernos han intentado disimular ésta postura dedicando comentarios positivos, en vista del auge del bitcoin y sus intentos fallidos de desprestigiarla.
Los sistemas de producción descentralizados le arrebatan al Estado su capacidad de control. Esto es algo a lo que los gobiernos no están acostumbrados, por lo que normalmente adoptan dos posturas diferentes para afrontarlos: intentar regularizarlos para asimilarlos en el sistema económico tradicional, o eliminarlos.
Estado y cultura
En los países en los que el monopolio de las grandes empresas hace inviable la participación y gestión individual, surgen iniciativas para descentralizar la producción y el consumo. En el ámbito cultural, sobre todo en las discográficas, existen leyes muy estrictas relacionadas con los derechos de propiedad y explotación de las obras, cosa que dificulta el acceso de los individuos a los productos musicales.
Desde una perspectiva neoclásica, la aplicación efectiva de los derechos de propiedad es fundamental para garantizar el retorno de las inversiones, pero este posicionamiento beneficia la concentración económica en las grandes corporaciones, la pérdida de autonomía de la producción cultural, y su sumisión a la lógica del dinero.
El fenómeno de la tecnobrega en Paraná, se organizó y expandió sobre reglas no formales de derecho de la propiedad, basado en un sistema de producción descentralizado y de bajo costo.
De esta manera se creó un mercado paralelo a la industria empresarial musical capitalista, máximo exponente del encarecimiento de las obras a través de impuestos y tasas para los intermediarios. La tecnobrega, aún con sus jerarquías y sus normas informales, ha sido capaz de implicar a una parte de la población que de otra manera, se veía sistemáticamente excluida e imposibilitada para beneficiarse de sus capacidades artísticas, o creativas.
Esta situación de relativa “libertad” de creación, ha propiciado nuevas formas de expresión artística, nuevas tendencias musicales y culturales en general, que se alejan cada vez más de los estándares estipulados por las grandes corporaciones.
Han sido varios y muy diversos los factores que han favorecido el surgimiento de estas nuevas formas de interacción entre los individuos, más libres y alejadas del control del sistema capitalista. Pero han sido especialmente los avances tecnológicos, los que han posibilitado la circulación tanto de soportes materiales como del conocimiento necesario para poder hacer factible una producción alternativa.
Las Nuevas Tecnologías, liberalización del conocimiento
Los sistemas, o mejor dicho, los “antisistemas” económicos que se van generando en paralelo al monopolio de los gobiernos y las corporaciones, tienen su base en los avances tecnológicos, que ponen al alcance de los individuos, posibilidades que en el pasado eran impensables. El conocimiento, que históricamente se ha concentrado en las clases privilegiadas, está permeando a todos los niveles de la sociedad, creando redes de resistencia ante el control sistemático del Estado.
Las Nuevas Tecnologías se han convertido en una amenaza para la desinformación, que en gran medida los gobiernos han mantenido bajo control a lo largo de la historia. Casos como el de WikiLeaks, se han encargado de mermar la capacidad de los gobiernos de controlar herméticamente el flujo de una información que pone en tela de juicio tanto las motivaciones como los métodos utilizados por los gobernantes.
Liberalizar el conocimiento implica hacerlo asequible, ponerlo a disposición de todos los individuos, darle a la población la oportunidad única de empoderarse a través de una información, que durante demasiado tiempo ha permanecido en manos de las élites que se han encargado de monopolizarla.
A través de las Nuevas Tecnologías, y del potencial humano que las envuelve, la humanidad se está reinventando, regenerando, y es posible que en un futuro no muy lejano, la capacidad del individuo de valorar, reflexionar y elegir se vea enormemente potenciada por el mundo virtual.
El bitcoin no es más que la materialización de un sentimiento de rebeldía, de una voluntad de libertad y autogestión aplastada históricamente por el Estado, y que en la actualidad se extiende y permea infinidad de aspectos del ser humano.
Bibliografía
https://elpais.com/economia/2017/12/07/actualidad/1512643579_600411.html
The rise and rise of bitcoin. N. Mross, 2014.
https://www.documaniatv.com/social/the-rise-and-rise-of-bitcoinvideo_8e5755b53.html
¿Qué es el bitcoin y cómo funciona?
https://www.youtube.com/watch?v=S2HxMK7iO4c
LEMOS, RONALDO Y CASTRO (2008). Tecnobrega: Paraná Reinventing the Music Business. Aeroplano Editora.
WikiLeaks https://es.wikipedia.org/wiki/WikiLeaks
Trade FW. Empresa de inversión. https://bit.ly/3epyLdA